Stingray es un especialista consumado en infligir enormes cantidades de daño en muy poco tiempo. Si en alguna ocasión necesitas que alguien neutralice a un solo piloto, este piratilla será tu mejor baza.
Su habilidad básica principal es Discs of Doom. Esta arma dispara tres discos y puede infligir daño a más de un enemigo.
Power Wave no sirve solo para matar, sino también para empujar al rival y quitarle el control. Esta arma secundaria lanza una onda de energía que puede dañar a varios enemigos.
Stingray sigue necesitando velocidad para interceptar a los objetivos y ayudar al enemigo a entregar la bomba. Es por eso que tiene Powerslide. Esta tercera arma lo impulsa hacia adelante e inflige daño al impactar y empujar a los enemigos.
Stingray siempre se guarda lo mejor para el final. Más te vale hacer lo mismo. El Ultra Final Blaster es un láser frontal increíble que inflige mucho daño y que es capaz de matar a la mayoría de rivales que se pongan delante. El rayo tiene mucho alcance, ¡así que es posible que caigan muchos enemigos de golpe!
Stingray no es un piloto cualquiera. Comenzó como pirata informático famosillo en los medios de comunicación y como artista callejero en Ciudad Metal. Contaba con su propio programa gratuito de televisión pirata, Free Metal TV, que se emitía en la ciudad y en los páramos. Dicho programa lo catapultó a la fama al mostrar a un auténtico héroe enfrentándose en solitario contra la tiranía opresora del mundo.
Evidentemente, los «tiranos» a los que aludía no entendían las cosas de la misma manera. Le llevó tiempo y no pocos esfuerzos, pero la Secta del Metal consiguió localizar las emisiones de Stingray y apresarlo. Fue juzgado como criminal, pese a su corta edad, y obligado a pagar sumas exorbitantes de dinero como compensación por daños y perjuicios a la ciudad.
La Secta del Metal lo quería ver muerto, pero sus admiradores exigieron su libertad… y tenía muchos admiradores. La Secta del Metal sabía que no podía convertirlo en un mártir, así que se decantó por la segunda mejor opción: compró su deuda y lo presionó para que participase en la arena. Fue allí donde Stingray descubrió la auténtica manera de expresarse a sí mismo, y cada enfrentamiento se ha convertido en una nueva representación. Este crío es un rebelde con serios problemas ante la autoridad, sobre todo ante la de la Secta del Metal, lo que lo ha convertido en el ídolo de todos cuantos sufren el peso opresor de los Patrones de la Secta. Pese a todo, sin embargo, uno de los motivos principales por los que interpreta en sus actuaciones, emite los espectáculos y desafía al «statu quo» es para demostrarle al mundo que todo es posible si se está dispuesto a traspasar los límites conocidos. Lo hace con el fin de aportar esperanza a esos a los que llama «su gente», y lo adoran por ello. Por este motivo, cuando la Secta vio que no podía hacer desaparecer a Stingray sin más, decidió llevarlo a la arena, esperando que encontrara la muerte en ella y se solucionasen con ello sus problemas.
No fue así. No murió. Y lo que es peor, su maestría escénica en la arena lo convirtió en una auténtica estrella en todos los sectores de Ciudad Metal. Ahora Stingray se ha transformado en un icono de los medios aceptado tácitamente por las clases más altas de la sociedad y los altos cargos de la Secta. Sin embargo, él no se ha olvidado sus raíces. Stingray y su cámara Lenz tienen que emitir programas aprobados por la Secta, pero sus emisiones piratas siguen siendo las más populares entre los menos favorecidos de la ciudad.